Segundo asalto. Nos ha costado 25 años. Pero otra vez tenemos un sitio común. Que no se pierda nadie.



________________________________________________

martes, 8 de junio de 2010

CON EL PERMISO DE LA SRTA. LARRIU

!Un día tras 25 años!
Sólo han pasado 25 años. Sólo tardamos 25 años en re-encontrarnos. Pero valió la pena. Escribir una crónica de un día tan intenso (dos para algun@s), es correr el riesgo de caer en el sentimentalismo.

Suponemos que antes de las 11:00 los más madrugadores comenzaron a a llegar. Poco a poco, de un en uno, fueron entrando en Franxene para tomar el primer sorbo de Lekaroz/Baztán.

Sin perder tiempo y en fila, salimos rumbo a la gruta. En ella nos esperaba el Señor Cura. Tuvimos una Misa sin consagración, pero consagrada. Leimos “los elegidos” como alumnos obedientes. Nos recordaron la importancia de dar frutos, y dar frutos más allá de la ciencia, de la ambición y de la sabiduría. Y todo resumido en la importancia del Amor. Que ya lo decía El Chapas. Y en ese acto se me abrieron las carnes cuando Julio Cesar recordó a los ausentes compañeros y frailes. En ese momento sentí que estabamos todos los que queríamos y que queriamos todos los que estabamos.

Un recorrido por el campo de fútbol, una entrada en la vieja iglesia, hoy casi en ruinas, un vivir en común de nuevo lo que forjó nuestro ser. Aquí Medrano nos demostró que es un campeón de la Expedición. Los más temerosos se quedaron fuera, y regresaron a ….beber.

Y por fin llegó Fortún. Sin mesa presidencial, presidía por méritos propios Leranoz junto a Larrañaga, médico y respaldo de padres y madres presentes en momentos cruciales. Parece que el pobre ha tenido que asistir para que naciera gran parte de la prole que sigue. Pello nos animó desde el principio de mesa en mesa en mesa. Julio Cesar tuvo a bien regar la comida con buen vino, sabedor que en el precio quizá faltara un toque de glamour en los Kaldos. Y que decir del final de comida con la tarta de urrakin egiña, todo Alaña en una bandeja, cortada y recortada por nuestra incuestionable Olave, siempre tan impecable. Reían las acciones con la prudencia acostumbrada Almandoz, Pasquier, Mendiburu. Y Mario como siempre, prudente y discreto, cómo quien no quiere llamar la atención.

Mateo y Pérez-Monaut animadores natos. Mateo casi convence a Almandoz y Larríu para bucear. Y Puri, como siempre, con la sonrisa fácil y, ahora, además, feliz. Gonzalez, la Srta González, siempre destacó por su altura de miras y de voces, así como su “saber-estar” fruto de su origen en el propio Lekároz. Lastima que no logramos que Marcos le cantara de nuevo la Masia.

Hasta Joxemari hizo acto de presencia, y nos acompañó en el café. A la hora de las copas, todos al jardín, también Iribarren, luciendo porte y figura, como siempre, rodeado de sus amigos a quiene ponía al día de andazas y andaduras.

Pero en el hotel no se quedo la fiesta, continuó en el pueblo, en el frontón, en el Casino, en el albergue. Desayuno en Malkorra. Y algunos, vuelta al redil, a las obligaciones. Cuentan las buenas lenguas que siguió la fiesta hasta el domingo tarde, pero sólo para algunos.

Pero los que no estuvimos no podemos contarlo, por eso dejamos la Parte II para quienes la vivieron. Quizá falte referencia de alguno, por despiste, por olvido, no, por voluntad de enviar las líneas y agradecer la compañía.

Después de 25 años nos re-encontramos, como si nada hubiera pasado. ¿qué había cambiado? En los chicos había calvas, barriguitas cerveceras, pero estaban igual. Bueno, no igual, mucho mejor. Las chicas, con más picardía, le hacen pacto al diablo con los baños de color y las cremas anti-arrugas. No todas.

Lo mejor de todo es el sentimiento de grupo tras tanto años, la sensación de pertenencia y complicidad. La convicción de compartir recuerdos, vivencias y una etapa trascendental de la vida. Y como dijo alguien, de haber estado juntos cuando uno se forja.
Lo que no te puede te hace fuerte. Y Lekaroz seguro nos hizo más fuertes. Y con posibilidad de ser mejores. Para todos había pasado el tiempo, no eran estudiantes en puertas, eran profesionales, empresarios, médicos, y hasta un PARADO, así como alguna candidata a PARADA. Había de todo. Estaban todos los que querían y los que pudieron llegar. Quizá alguna ausencia. En la próxima ocasión habrá oportunidad de que lleguen los que no pudieron. Una buena cosecha, la cosecha del 85.

Y después de tanto “como siempre” por lo parecidos que estabamos a hace 25 años, sólo esperamos “como siempre” que alguien ponga e imponga nueva fecha de reunón.

1 comentario:

  1. Aunque no sé me pidió permiso permiso para esta "crónica sentimental", está estupendo. No me pongo tan colorada como la Srta Gonzales, por ver publicado el texto, y me alegra compartir esta experiencia. María José

    ResponderEliminar